Alguno de ustedes le ha comprado condones a su madre?

Si, ya se. Suena muy rara la pregunta. Y asumo que ninguno de ustedes lo ha hecho. O al menos no la inmensa mayoría.

Soy de los pocos privilegiados que se pueden vanagloriar de tal apertura de mente y progresismo.

Yo le he comprado condones a mi madre. Un paquete de life-style lisos extra grandes, de tres unidades (pa’ que mas no? Si la vieja igual ta vieja).

Ella me lo pidió. Le dio plancha bajarse del auto y realizar tal escandaloso e impúdico pedido al farmacéutico. A su edad, comprando esas cosas de lolos. Aunque los necesitara con tanta urgencia. Le dio lata. Ella es bien abierta de mente y la verdad me extraño que le diera vergüenza. Pero bueno, así­ son las madres.

La traí­a de vuelta de la casa de un par de amigas suyas. Una pareja de cuarentonas muy amigas de mi madre.

Fuimos a recoger un consolador que le habí­an prestado.

Si, dije un consolador. Ya sabes, esos falos de madera, o plástico, goma, que se yo de que son. Que imitan al pene masculino tanto en forma como en su uso.

Era un miembro tamaño natural pero del tipo negro-extra-potenciado y aquí­-te-las-traigo-peter. Le pregunté si le constaba que lo hubiesen hervido al menos un par de horas antes de entregárselo. No recuerdo que me contesto.

Si, se que todo esto suena demasiado raro. Pero es completamente cierto. Tengo a mi madre de testigo.

Mi vieja es de aquellas personas que te sirven de inspiración en algunos aspectos de la vida. Solo algunos. Pero igual valen.

Fue madre soltera toda su vida. Tuvo pareja a ratos. El padre de mis hermanos, pero era como si fuera soltera.

Y nos educó a los tres.

¿Bien o mal educados?

No se, eso me es difí­cil de contestar a mi aún joven y tierna edad. Pero lo hizo…

Como a los 40 y tantos se hastió de su vida como secretaria ejecutiva y decidió hacer un cambio radical.

Se puso a estudiar Educación Social. Y al tiempo renunció a su trabajo, aquel que le remuneraba bien dentro de lo que se puede esperar para una secretaria.

Se arriesgó con 2 hijos y una casa a sus espaldas (yo ya me habí­a independizado hací­a varios años). Y lo ha ido logrando. Con grandes sacrificios. Pero poco-a-poquito-a-poco se van concretando las cosas.

Y bueno, dentro de las pegas ocasionales que ha tenido, fue dar unas charlas de educación sexual para un colegio.

Por eso los condones y el falo afro-americano, que mas importante dentro de una clase de educación sexual que aprender a poner un condón. ¿Es lo básico no?

Que…?

¿Pensaron otra cosa?

¡Pues se equivocaron!

Nunca tan liberal como para fomentarle la cochinada a mi santa madre.

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Subir